Abril, “mes del niño…” ¿Dónde están?

¡Porque los niños y niñas desaparecidos nos faltan a todas y a todos!

Como cada primer sábado de mes, H.I.J.O.S. México y el Comité Eureka! se reúnen frente al edificio de la SCJN para exigir justicia en el caso de las personas desaparecidas por razones políticas. En esta ocasión, queremos reflexionar sobre el significado del llamado “mes del niño” para recordar, para denunciar, que son varios los niños o niñas que nos faltan precisamente porque el Estado mexicano desapareció a sus madres cuando ellas estaban embarazadas.
Historias de mujeres, desaparecidas políticas, que dieron a luz en los campos clandestinos de detención de nuestro país. Bebés nacidos en cautiverio, presos sin saberlo de una historia en la que quizá no sabrían más de su madre y su padre, de su familia, de su verdadera identidad.
Historias de bebés que no sabemos si fueron niños o niñas, que seguramente hoy son jóvenes que desconocen su verdadera historia, su verdadero nombre. Niños y niñas a quienes se les arrebató el derecho de tener una familia, la suya; de jugar con sus abuelos y primos; de tener dos apellidos de acuerdo a la pareja que les dio la vida y los deseó nacer.
La Convención de los derechos de la niñez indica en su artículo 7º que las y los niños tienen derecho a un nombre, una nacionalidad y a conocer al papá y a la mamá. Las niñas y niños que nos faltan seguramente tienen un nombre distinto al que pensaron para ellos y no conocen a su padre y madre no porque haya sido imposible, sino porque el Estado mexicano los secuestró y separó. El artículo 21 señala que si alguna familia quiere adoptar a un niño o niña, los parientes más cercanos deben estar de acuerdo y esto debe ser autorizado por un juez; así que cuando hablamos de estos niños o niñas que fueron apropiados ilegalmente, no podemos hablar de adopción, sino de robo, secuestro, plagio o abducción. El artículo 8º dice que a ningún niño o niña se le puede privar de la identidad; es decir que nadie puede quitarles el nombre, la nacionalidad o la familia. La identidad es la esencia última de quiénes somos y es un elemento fundamental de la dignidad humana. En este caso fue el Estado quien les privó de la libertad, de la identidad, del nombre y de la familia: precisamente el Estado que debería proteger estos derechos.
Entonces: abril... ¿”mes del niño”? No podemos celebrar huecamente esta efeméride cuando sabemos que ellos y ellas, quienes nacieron de madres desaparecidas, no están para ser celebrados. No podemos celebrarles si no conocemos sus nombres, sus paraderos.
Porque las y los desaparecidos, también las niñas y los niños, nos faltan a

No perdonamos, no olvidamos, no nos reconciliamos

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